sábado, 20 de julio de 2019

A QUIÉN LE HABLAS

¿No te sorprenden tus propias conversaciones?
¿Qué es lo último que te has contado?

.... y lo bueno es que incluso llegas, en tus propios análisis de la cosa, a asegurar que son conclusiones reales. El mundo se ríe o llora en tu mismo tiempo en el que la vida se vive sin que tú intervengas para nada. Sucede.

El médico te observa. En un primer momento, por su gesto serio, dirías que pasa algo raro. Esperas. Tal vez es lo único que puedes hacer en estas circunstancias. No sabes como has llegado hasta aquí. Piensas rápidamente que lo mejor es no preguntar, ignorando que no quieres saber. Declinas saber a sabiendas que la noticia -no dada- puede no ser de tu gusto. 
El gesto del médico que te atiende te muestra recuerdos del pasado. Tú, solo haces que ponerlos en el momento-ahora y -escribes- el guión que eliges, pudiendo elegir otro cualquiera. Sin más.

La sala, cuando levantas la cabeza y miras, aparece anti ti repleta de personas. Se les dice, pacientes. Unos quejosos por la propia vida que viven, y otros felices mostrando la mirada inocente del niño que no se ha parado a pensarse, todavía. Dos mundos separados por estrechas camas de hierro, con patas altas y ruedas. Características que las diferencia de las camas de una casa cualquiera. No son realmente cómodas. Son para la ocasión. Son para pacientes.

Desde ese lugar con visión privilegiada, miras y ves que el pasillo es largo. Calculas, a ojo, que es de unos cien metros o más, como si tu supieras calcular. Al lado derecho del edificio, construyeron grandes ventanas que dan a un exterior limitado por otro de color gris claro, exactamente igual al que te encuentras. El sol entra por la luz. No se ve. Piso 34, te dices en silenciosa adivinanza. Las puertas de la sala son de color azul hospital. Letreros de aviso y de prohibición por todas partes. Algunos indicativos de salida, de cafetería o de lavabos. También un directorio con los servicios por plantas. Miras a la linea donde pone piso 34 y lees lo que allí está escrito. 
Ahhh se me olvidaba, también continuos mensajes a través de altavoces cuyo contenido resulta inaudible para un oído poco dado a descifrar lo indescifrable. Algo así como querer saber qué mensaje lleva un tren que pasa a alta velocidad por una vía cercana al lugar donde te encuentras.

Piensas asociando y sabes que si estás en el piso que crees y que si crees lo que el directorio dice.....tú....el motivo....el gesto del médico...todo, puesto en la olla mental y removiéndolo, el resultado obtenido será muy ajustado al pensado. Podemos decir sin temor a equivocarnos que justamente lo que estás pensando es lo que crees estar viendo, viviendo. Esa es tu realidad pensada. ¿O es al revés?


De cierto, nada.

rafaEl 

"TODO TENDRÁ UN DESENLACE UN FELIZ" - Lección 292 UCDM

Aquí llega un pensamiento de esperanza. Podemos unirnos a Él o elegir por la otra parte de la mente donde su "entendimiento" nos &...