"TODO TENDRÁ UN DESENLACE UN FELIZ" - Lección 292 UCDM

Aquí llega un pensamiento de esperanza. Podemos unirnos a Él o elegir por la otra parte de la mente donde su "entendimiento" nos "ofrece" un tipo de esperanza que, ligado al tiempo, al espacio, al cuerpo, nos lleva a olvidarnos de que el único tiempo que existe es el instante presente, éste momento, el ahora. Buscar un tipo de esperanza que tenga que ver con la idea de ser especial, diferente,  distinto, puede que te de un aparente resultado momentáneo que dices te hace sentir feliz, mientras lo piensas.

La felicidad de la que nos habla Jesús es un reflejo del Cielo, algo que en el mundo que decimos percibir con los ojos del cuerpo no llegaremos a alcanzar jamás, salvo que ilusionadamente nos creamos que eso que decimos percibir es real y caigamos nuevamente en el mismo error.

Nada que digas percibir fuera de ti puede ser real.

Jesús nos lleva de la mano a que miremos con él todos nuestros pensamientos que, privada-mente, aún mantenemos en esa parte de la mente donde generamos pensamientos que nada tiene que ver con la mirada del Cielo. Esos pensamientos tendrán un final feliz, de eso puedes estar completamente seguro, pues Su Plan, que es incluyente, así lo contempla. Recordamos cual es nuestra única función aquí: perdonar, perdonar y perdonar, llevar a la corrección todo pensamiento que no sea amoroso, que no haya sido pensado por Dios. 

El mundo que en tu tiempo vida percibes como separado, cambiará en tu mente a medida que te permitas ver a través de los ojos de Aquél que conoce la verdad, que sabe el camino que debes seguir. Él nos conduce de regreso al Hogar, al despertar de un sueño que siendo imposible, parece que tú lo estás experimentando como real. 

Tal vez ahora es un excelente momento para que caminemos juntos. Uno al lado del otro. Reconociéndonos unidos en la unidad. No hay nada que temer. Aceptemos sin dudarlo sus palabras. Todo tendrá un desenlace feliz.

Ahora nos quedamos en silencio. Esperamos que Su Voz nos hable, nos indique el camino a seguir, qué palabras ofrecer a todo aquél que como nosotros, va buscando la salida de este mundo para alcanzar, en un instante presente, el mismo Cielo. 

Y decimos amén, gracias, bendiciones a todo aquél que aparezca en nuestro camino, ya sea de pensamiento o de aparente realidad en el mundo de la forma. No importa ahora eso. Seguimos Sus amorosas indicaciones. Su luz. Y nos permitimos ser bendecidos al bendecir a otros. Dar es recibir. 

Bendiciones

rEl

"HOY ES UN DÍA DE SOSIEGO Y PAZ"

Aceptarlo o no, puede que me haga sentir el dueño de mi aparente vida, mientras, tal vez paso de puntillas para no despertar a esos demonios que todavía aparecen por un tiempo indefinido por mi parte, y que esperan en estado de semi-dormidos, como haciéndome temer por su despertar. 

Sí, acepto y pido Ayuda a tus palabras, a tus mensajes que sé que contienen la luz verdadera que me señala el camino de vuelta a casa, aunque parece que yo todavía elijo por pensamientos de la parte oscura de mi mente donde se halla oculta la culpa, el pecado y el miedo.

Me uno a ti, en mi verdadero deseo de que me recuerdes mi origen y mi lugar. Que me muestres la verdad en todo lo que vea. Me hago a un lado, felizmente. Reconozco que he estado eligiendo por la parte contraria al amor, a la verdad, al perdón. El mundo no me parecía un lugar seguro donde poder expresarme libremente, abrirme a soltar cualquier idea descontrolada que apareciera en mi mente errada. El miedo se apodera de mí, pues no sé lo que me espera más allá de lo que digo conocer en este mundo de culpas y culpables, de "yoes" que se mueven inseguros, vigilantes, atentos incluso a cómo respira ese a quien llamo mi opuesto, mi contra.

Hoy es un día de sosiego y paz.  Sí, acepto que es ahora, en este instante único en mi idea de tiempo, cuando puedo observarme, reconocerme tal como Él me Creó. Libre. Me decido por escuchar Su Voz. Su Guía. Tú me muestras el camino que me lleva al despertar de mis sueños de locura.

Mi función en el tiempo es curarme de mis propias heridas, de sueños vanos donde la idea de sufrimiento la he colocado en mi mente en un lugar privilegiado, por temor a olvidarme de que este es un mundo de culpas y de culpables y que de haber culpables deben ser aquellos que percibo en la distancia, distanciados de mí, separados. Pecaminosos. 

Necesito que mi mente se aquiete. Me permito Tu Ayuda. Uno a uno vamos a ir mirando cada pensamiento que yo elijo pensar en esa parte de la mente donde todavía mantengo viva la idea de que me he separado del Cielo, donde todavía mantengo la idea de que estoy siendo perseguido por Aquél que me Creó libre. Donde sólo veo el pasado, lo que no existe.

No más obstáculos, no más resistencias, no más creencias absurdas en que mi realidad, la realidad de lo que Soy, ha podido ser modificado por un sueño caprichoso que se quedó en nada, pues eso es lo que siempre ha sido. Hoy quiero despertar de ese sueño absurdo. Hoy quiero hacer las paces Contigo. Mi único deseo es vivirme, experimentarme, ser pensado por Ti, en Ti, ahora, eternamente.

Me hago a un lado. Sé que Tú estás conmigo en todo pensamiento, mostrándome el mundo real, el mundo perdonado, el mundo que aquí puede ser el reflejo del mismo Cielo, si así lo decido. Amén.

Bendiciones,

rEl