Ignoro qué es lo que me lleva a ponerme a buscar más allá del lugar en el que parece que me encuentro. Ignoro porque me niego a mirarlo, y en ese movimiento dual del pensar entre dos o más posibilidades la vida pasa, sin pasar. ¿Te imaginas que lo de la vida sea un cuento?
La imaginación al poder !!! parece que se decía en un tiempo atrás. Hubo personajes en la escena de la vida que se lo creyeron totalmente y otros que a medias, incluso algunos pasaron del mensaje y siguieron contándose su propia vida, como si de un cuento se tratara. ¿No somos una especie de cuenta-cuentos que, al vivir-los, le otorgamos carácter de realidad? No te digo más si los revivimos en más de una ocasión. Lo que se dice en forma de un patrón de vida.
Entre dos amores, busca obtener el significado de dos posibles miradas que comprenden en sí mismas dos oportunidades de vida, iguales, pero diferentes en el tiempo. Dos figuras, de carne y hueso, tal vez reales, tal vez soñadas, que se prestan como muletas para ayudar al personaje a caminar, a transitar por un mundo que dice, riendo, desconocer, aunque algún vago recuerdo parece que contiene su mente.
La derecha y la izquierda. Una mano frente a la otra, junto a la otra, abrazadas. Unidas. Dos manos que se aman al verse como iguales, sin amarse expresamente. Papá, mamá... uno frente al otro, junto al otro, abrazados, Unidos. Dos seres que se aman al verse como iguales, sin amarse expresamente.....y sigue hasta que el pensamiento acaba agotándose. Se dice que precisa descanso para poder ver el amor de nuevo.
El amor resulta insoportable, cuando no es divino !!! Suena como la frase final de una obra teatral romántica, dónde la pareja de enamorados se despide, uno del otro, alargando sus brazos y moviendo suavemente sus manos, muy suavemente, tanto que resulta ese movimiento casi imperceptible para el espectador de la primera fila. Surgen pequeñas gotas azuladas de sus ojos brillantes con tonos grises, típicos de otoño.
Otoño, época de limpieza, de renovación, de preparación para una nueva temporada, una de recreación de la creación misma.
¡¡¡Qué bonito es el otoño!!! A mi me gusta. Bueno, más bien me encanta. Me quedo encantado observando, con la ventana abierta, el frío que viene, ese frío que anuncia que algo va a cambiar cuando ya ha cambiado. Su información, la del otoño o cualquier otra época del año va con retraso, pues la memoria empeñada en saber se dice que ya sabe, creyéndose-lo entretanto no se le demuestre lo contrario. Con todo y con eso la memoria es reticente a cambiar su información. Si por ella fuera, aunque sabe que caería en el más profundo hastío, se dice que casi que lo preferiría, más que estar expuesta a ampliar, sustituir, incluso borrar archivos de información memorizada. La memoria, y concluyo, es totalmente innecesaria para la vida que sucede más allá de quién se cree un cuenta cuentos al uso.
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rafael
