Hoy me ha dado por el mando a distancia. No me pregunto por qué, pero me da que pensar. Solo eso, lo reconozco. Y sigo en la tonta observación del funcionamiento del mecanismo.
Sabes que me refiero a la relación del objeto con el funcionamiento del sistema del pensar. Elijo lo que deseo ver y "el mundo me responde", naturalmente.
Observemos juntos, va. Observemos el diseño del mando mirando sus pequeñas pero milagrosas teclas:
--> on, off, guía, piloto, volumen, canal, volver, salir, grabar, MICANAL, -cinco teclas coloreadas con distintas funciones-, mute y finalmente otra tecla con la palabra "prefe". Si llevamos a comparar el funcionamiento del sistema del pensar con el del mando a distancia coincide de pleno.
¿Te imaginas que no piensas, que no hablas, que no puedes regresar a un instante anterior, o no ir más allá del instante presente, no acallarte, incluso no poder elegir tus pensamientos preferentes? El mando refleja en su forma de funcionar como funciona el sistema del pensar.
Te despiertas, te apagas, te programas el día, a veces incluso puede que pidas ser guiado, buscas voces sonidos que deseas escuchar aunque te digas no se por qué estoy escuchando, viendo esto si no me interesa. Puede que grabes en tu mente "sucesos de tu vida" para revisarlos en otro momento, y lo haces. Puede que trates de acallar esas voces, esos sonidos utilizando técnicas de meditación a modo de la función "mutear".
¿Qué puede crear la mente humana que no responda a necesidades de la propia mente humana? Le echaremos la culpa al sistema, como una forma de lanzar pelotas fuera, de no querer asumir uno mismo la responsabilidad del hacedor, de quien piensa que piensa, de quien aparentemente en su realidad es el tomador de decisiones.
Ahora, te sientas y te sientes con un mando a distancia pendiente de ser activado, ¿y qué haces sino elegir que quieres que ocurra para verlo, escucharlo? Increíble, pero tal vez cierto.
El juego de la vida, que sin sin cierta, la mayor parte del tiempo nos lo parece, incluso cuando elegimos la función "stand-by" en ese período de siesta, medio despierto medio dormido, donde a veces la mente precisa reubicarse en el cuerpo para ser lo que desea ser. Especial.
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rafaEl
