domingo, 10 de marzo de 2019

OBSERVA-TE (3 de 3)

Fíjate como es esto de la vida....iba paseando en dirección a uno de esos chiringuitos en los que me suelo parar a observar la misma vida. En el camino, me encuentro casualmente con un amigo del barrio, con el que me paro a charlar en la misma acera.
Hola, qué haces por aquí, le digo. Hace días que me pregunto que será de ti, y mira por donde. -Yo me pensaba que le había pasado algo..... Eso no se lo he dicho. Pensé que no tocaba en ese momento.-
Pues nada, voy para casa dando una vuelta me dice. Sigo en recuperación con la rodilla izquierda, ¿sabes que me pusieron una prótesis? Si, algo me dijiste la otra vez que nos vimos? Ufff esto duele, me comenta. Suerte que yo le pongo voluntad, que otras personas las veo por ahí y llevan varios meses operadas y casi que no caminan, en cambio yo le pongo interés y me esfuerzo por la recuperación.
Vas en bici, le pregunto. Si, hace unos días que salgo con bici, poco a poco, pero si.
¿Y con Lidia? … ¿y con tu familia, con tus hijos?...etc., etc. Llegamos al punto de hablar del abandono.....De lo que uno siente con respecto a esa idea, a esa experiencia, a esa proyección.
Aparece la culpa, el pasado en un presente inexistente en ese instante que no es ahora para quien vive en el pasado con frecuencia. La memoria va a buscar en sus archivos guardados esos recuerdos de abandono, de haber sido abandonado o de abandonar.
El ser-humano trata de justificar siempre, o casi siempre lo que le ha pasado y también lo que proyecta en un futuro inexistente lo que cree que pasará. Se argumenta a sí mismo su realidad-historia. Tal vez sea esta la única posibilidad de mantener esa idea viva. Alimentándola continuamente.
En una mirada cuerpo a cuerpo, el abandono y la culpa son totalmente posibles, cosa que Dios no Creó. Ni creó un cuerpo, ni lo siguiente, o sea la posibilidad de abandono y de culpa. En una mirada cuerpo a cuerpo todo lo imposible es posible.
Uffff esto cuesta mucho. Ahora estoy bien. Me he separado de mis escenas problemáticas.....etc., etc. Estas son algunas de las expresiones al uso. Ahora no toca mirar eso ¿Dónde lo pongo? y va al saco de los recuerdos. Carpeta individual de pendiente de revisar.
Miraré en el Curso lo que Jesús nos dice en relación al abandono, a sabiendas de que esa idea no es real, no puede serlo, por ser imposible. ¿Quién pudo abandonar al Padre?

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Rafael 

sábado, 9 de marzo de 2019

OBSERVA-TE (2 de 3)

Si lo miramos desde cierta altura, tal vez podemos ver-nos en los condicionamientos que parece, siempre parece, -nada irreal existe, nada real puede ser amenazado, en eso radica la Paz de Dios- que nos llevan a cambiar de dirección en el deambular de nuestra experiencia aquí.
Digamos que es nuestro universo-individualizado. Nuestra propia vida, como si eso fuera, pudiera, ser cierto.
Si nada irreal existe.....y lo acepto como tal, ¿qué sentido tiene nada? ¿Será que el yo-individual que piensa que piensa, se cree que todo lo que percibe es real y se lo niega a sí mism@?
En ese instante se rompe nuevamente. Sería como un existir programado que depende del funcionamiento de dicho programa. ¿Quién es el programa y quién es el programador?
Y cuando se nos dice: no tienes que hacer nada por tu propia cuenta. Pide ayuda al E.S. No eres lo que te crees que eres. Ufff las preguntas rompen el gran saco de la duda que sostengo. El E.S. te habla, siempre ¿Y tú qué haces con esta idea?
¿Real-mente crees que es posible que la Voluntad de Dios es imperfecta? A partir de esta pregunta y de la respuesta que sientas interior-mente, podrían abrirse diferentes oportunidades para verte, para mirarte, para echarte una sesión de meditación de encuentra-te en ti mism@ o un paseo por la naturaleza, incluso asistir a un evento de esos donde las promesas de futuro se basan en realidades de un pasado incierto, vacío, percibido como lo falso frente a mí mism@.
La búsqueda del yo, cuando el yo lo tenemos confrontado con un yo desdoblado. Un yo que se ve a sí mismo en diferentes sombras condensadas, de matices obscurecidos, grises, alargados y no se gusta. Deja de mirarse por miedo a que lo que ve no le guste.
Obserta-te desde la azotea del Cielo. Todavía eres un yo-cuerpo, qué importa eso. Observa-te como si tu vida ya hubiera pasado. Mira todo el recorrido que has realizado. Da igual si te crees real o te crees que eres un sueño. Para ti eres lo que ves y es lo que hay.
Te dejo en la observación de este viaje en el tiempo, en el punto donde iniciaste tu historia-mundana. Quédate ahí durante todo el día, durante toda la jornada. No te olvides de nutrirte, pues es fundamental para tu cuerpo. Recordar no requiere olvidar, más bien un darse cuenta del viaje que hice hasta llegar a la linea de salida de una aparente realidad a la que le llamas mi-propia-vida.

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Rafael

OBSERVA-TE (1 de 3)

El Espíritu Santo fue instruido para que hiciera su función aquí, en el mundo. Él le dijo al Crearlo: No tienes que hacer nada, basta con Tu Presencia. Tu Escucha. Tu Atención. Quietud. Acompañamiento. Esa es la única instrucción que el Creador le dio. Suficiente, le dijo Espera-le.
El hijo no tardó en llegar. Se produjo de forma instantánea su búsqueda de cómo salir de la obscuridad en la que se creyó haber metido. Como todo lo que sucede en la mente, surge en una forma, un tiempo y un espacio aparentemente inesperado. Sorpresa !!!
Llamaste a Su puerta. Tu estado no era el original. Te habías perdido en tu propio sueño y ahí pudo pasar de todo. Recuerda que fue, sin serlo, soñado. ¿Qué puede contener un sueño sino una ilusión que compartes con un otro en el propio sueño?
Le dijiste: Hola, -con algo de temor-. Mira, Espíritu Santo, que llevo unos días que no me encuentro muy bien. Que siento cosas, veo cosas, que percibo cosas que me parece que son reales y entonces sufro. Si, ya lo se. Ahí abajo en el mundo en el que vivo me han dicho que lo del sufrir es una opción que yo mism@ puedo elegir, pero...….se me va de las manos. Antes de elegir ya he elegido. Es como si la experiencia fuera por delante del pensamiento, incluso de la escena que se presenta.
El Espíritu Santo me escucha atentamente, callado, amable. Sonríe.
Cómo recuerdo que el mismo Dios sonrió cuando me creó. Eso lo recuerdo claramente. Vuelvo al encuentro con el E.S. y me dice que pase, que me ponga cómodo y que cierre los ojos. Miro a mi alrededor y no había nada, ninguna pared, ni muebles, suelo, ni techo, nada. Solos Él y mi yo. Frente a frente. El Uno y Yo mismo.
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Rafael

"TODO TENDRÁ UN DESENLACE UN FELIZ" - Lección 292 UCDM

Aquí llega un pensamiento de esperanza. Podemos unirnos a Él o elegir por la otra parte de la mente donde su "entendimiento" nos &...