EL YO EN SENTIDO FIGURADO

NO RECUERDO
Hace unos días que anoté "el caso de la señora que dice, ¡¡¡niña, ábreme!!! en mi particular hoja de instantes de vida donde los guardo. 
Curiosamente, ahora que me pongo a desarrollar la idea, mis recuerdos sobre ese aparente suceso han desaparecido.
Me retuerzo, sin romperme, en tratar de encontrar esa imagen o voz que de luz al contenido a recordar, sin lograrlo.

EL PENSAMIENTO SE INTERPONE
La mente particular crea un nuevo pensamiento sin haber limpiado del todo el espacio que ocupaba el pensamiento anterior. 
Existe una parte de la mente que tiene la función de enlazar cada pensamiento con otro pensamiento, anterior o posterior para no perderse, para no sentirse perdida pues de lo contrario, siente que moriría espaciada-mente para, acto seguido, recuperar la posibilidad mental de ser lo que decida ser. Un nuevo espacio.
Esa es una de las funciones que el ser que piensa que piensa, el humano, le ha asignado a esa parte que no percibe, al no ser vista. La mente de-mente.

EN LA PUERTA DE UN VAGÓN DE TREN
La mente recuerda por encargo. A veces puede que tarde más o menos tiempo en llegar la respuesta. La que le da veracidad en función de lo que recuerda. Entonces se trata de encontrar en tu espacio mental recuerdos que tengan relación con el título de lo buscado para pasar a la siguiente búsqueda cuando lo encuentras. A la siguiente pantalla de la película que cierta-mente crees real, al vivirla.
Recuerdo que el tren se paró en una estación. Tras unos brevísimos segundos, la señora que ocupaba el primer lugar de la línea de salida, comenzó a pulsar primero con confianza después con clara desconfianza, el botón que, si atiende debidamente la instrucción del dedo impaciente, acaba abriéndote las puertas. 
No se entendieron y la impaciencia, no ya de la señora y su extensión en el dedo, sino del resto del personal iba en aumento. Yo mismo ya pregunté: ¿las otras puertas se han abierto?, a lo que un señor algo más joven que de mediana edad y con apariencia tranquila responde al aire, ¡¡¡no se ha encendido la luz del botón!!! 
Ahhh !!! se oyó una voz al unísono como aceptando que si no reaccionaba la puerta es porque no estaba preparada para la respuesta deseada por los viajeros. Ahhh !!! pero esta vez sonó como una voz de eco lejano, flojo, no creíble.
La aglomeración en el espacio del tren donde las puertas a ambos lados dan acceso al anden era notable. Recuerdo que, por sus comentarios, se habían asomado viajeros que aún no les tocaba bajar, pero que querían saber qué pasaba por si acaso actuar con antelación. 
"Por si acaso", que se dice, o "adelantándose al tiempo", incluso "más vale prevenir que curar", dicen otros.

LAS PUERTAS SE ABRIERON
Por mucho que decían cuchicheando, nadie sabe porqué se abrieron las puertas. Nos mirábamos unos a otros, como tratando de averiguar a través de los gestos de otros qué habían entendido, cómo se lo habían tomado, incluso qué juicios habían fabricado. 
Una nube de pensamientos iba avanzando a la vez que los cuerpos. 
Algunas cabezas buscaban a la primera protagonista, la señora que ocupaba la primera línea de salida, que por cierto, se había quedado rezagada usando el móvil para contarle a alguien lo sucedido. 
Su prisa había desaparecido por instantes.
Interpreto que una nueva necesidad pasó a ocupar su atención. 
Qué feliz la vi contando desde el principio lo que ya no estaba sucediendo. Contaba un recuerdo aderezado de detalles que solo ella vio, pero que seguro creía que le darían más credibilidad a la historia que contaba. 
....Al teléfono....."Deja que te cuente: Yo le dije....niña ábreme...."""

....
rafaEl