LA SOLEDAD DEL PENSADOR

UN DÍA DEL VERANO.
Es todavía temprano. Sentado, junto al gran ventanal que da a la vida, se ve reflejado el pensador que se cree real. Un cuerpo, una figura  sin vida propia que, para ser, requiere componerse a sí mismo mentalmente.
El cristal, recientemente limpiado, se asemeja al espejo que siempre, en la mirada limpia, está dispuesto a mostrar lo que parece que no se quiere. Ver.
Hoy hará calor. Ya se siente en el ambiente algo pegajoso. 
Se dice que la percepción puede ser un punto de partida del conocerse a uno mismo. El pensador y la vida, separados, lo uno y lo otro, por una trabajada particular barrera cuyo objetivo es que parezca real.

NO SABE NADA.
El cielo se muestra azul, de ese azul que un día recuerda el pensador que etiquetó como bello, bonito, el más bello, el más bonito. 
El cielo, ¿cómo se llegará al cielo? se pregunta.
Se queda pensando breve-mente. Observando la imagen. Sigue en la parte interior del habitáculo desde el que la historia comienza. ¿Qué habrá ahí afuera, y en el cielo? ¿Cómo serán esos dos mundos? ¿Tendrán parecidos o serán totalmente diferentes? 
Ya se ha acostumbrado a mirar desde ese punto donde la mirada desconoce todo lo que ve y solo, como mucho, se hace preguntas. En realidad no quiere saber. Sus preguntas nacen con un billete de ida y vuelta, sin tiempo que medie entre una cosa y la otra. Se superponen y se evaporan. No da tiempo a más. Decidida-mente. 

UN DÍA DEL VERANO. NO SABE NADA.
Decide no tomar ninguna decisión, que, aunque parezca paradójico en realidad no lo es. 
Se dice no tomar ninguna decisión sobre algo que puede contener la posibilidad de ser cambiado. 
Está bien como está y punto, concluye. Si debe cambiar que cambie. La Creación es sabia. El pensador vino después y se pone a Su disposición. Quedo. En paz. Calmado. Libre.

SUCEDE
En un movimiento perfecto la vida sucede. 
No requiere ser pensada a no ser que ronde alguna intención particular de que acontezca lo que no sucede. Algo así como traer a este instante un fragmento de vida creado para otro tiempo. Descomposición.
No toca. Se fuerza el guión y las consecuencias son impredecibles. La película ha sido manipulada ilegalmente. Debe ser revisada de nuevo. El "yo" no sabe, no tiene ni idea de lo que su decisión de "romper la secuencia de vida" le puede representar. Inquietud. Miedo. Ansiedad. Pánico. Emociones en el cajón de-sastre donde puede escoger en función de su acción premeditada, buscadora-manipuladora de la vida en acción.
El pensador sigue mirando al más allá. Trata de encontrar un punto fijo, donde quedar anclado por un instante, largo instante. Lo encuentra. Ve el punto donde se unen la tierra con el cielo. Horizonte. Se queda ahí dándose cuenta que ya no existen dos mundos, ni siquiera en su pensamiento. El cuadro ha sido completado y firmado. Original.
El azul del cielo con la diversidad de colores de la tierra se funden en el lugar por Él elegido. 

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rafaEl